Actividad 2.
El sector energético
Hace apenas 15 años, Brasil no formaba parte del mapa petrolero del mundo. Su empresa nacional, Petróleo Brasileiro (Petrobras), no mereció una sola mención en ninguna de las 884 páginas de The Prize, el detallado libro de Daniel Yergin publicado en 1991 sobre la historia de la industria petrolera. A mediados de los noventa, Petrobras era una industria con una producción de apenas 2 mil 700 barriles de petróleo diarios, lo único que podía extraerse de los escasos yacimientos accesibles del país.
En 2007, Brasil tenía unas reservas de 12 mil millones de barriles -el 1 por ciento del total del mundo. Ahora, es difícil saber cuál es su potencial real, porque al descubrimiento en noviembre del 2007 de un yacimiento en aguas profundas llamado Tupi, que producirá entre 5 y 8 mil millones de barriles, habría que sumar el anuncio -el 14 de abril- del hallazgo de otro campo petrolero, bautizado como Carioca es un megayacimiento que podría contener 33 mil millones de barriles de crudo y convertir a Brasil en la Arabia Saudita de Sudamérica. Una riqueza petrolera de esa magnitud traería beneficios incalculables para Brasil. Consolidaría el desarrollo del país, que ha crecido en los últimos cuatro años a una tasa promedio de 4.5 por ciento.
Crecimiento que ha sido resultado, entre otros factores, de políticas económicas inteligentes, de los ingresos que ha traído a Brasil el aumento de los precios de las materias primas que exporta, de la actividad de un sector empresarial pujante y visionario y de dos gobernantes populares y audaces: Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva. el país podría trastornar la geopolítica mundial. Estados Unidos podría saciar su inacabable sed de hidrocarburos en América Latina, lo que relegaría al Medio Oriente a proveer de hidrocarburos a los países asiáticos y acabaría con la intervención directa y constante de Washington en la zona, con profundas consecuencias positivas y negativas para el resto del mundo.
A diferencia de PEMEX o PDVSA, Petrobras se benefició de sus orígenes humildes. La modestia de sus rendimientos nunca fomentó la dependencia gubernamental de los ingresos petroleros característica de México y Venezuela. Desde el principio, Petrobras operó con una inmensa independencia y dedicó buena parte de sus recursos a la investigación tecnológica. Petrobras empezó a transformarse en la empresa exitosa de hoy a mediados de los años noventa cuando el presidente Cardoso aplicó una serie de reformas audaces a la industria petrolera del país. Para empezar, eliminó el monopolio energético de la empresa y la expuso a la competencia internacional.
Petrobras empezó a transformarse en la empresa exitosa de hoy a mediados de los años noventa cuando el presidente Cardoso aplicó una serie de reformas audaces a la industria petrolera del país. Para empezar, eliminó el monopolio energético de la empresa y la expuso a la competencia internacional. Petrobras se vio obligada a desarrollar estrategias eficaces para vencer a la competencia y se centró en el desarrollo de la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas. El presidente Cardoso privatizó porciones de Petrobras, colocando acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York. La medida permitió a Brasil atraer capital para su industria energética -y exponer- y obligar a Petrobras a cumplir con los estrictos criterios de rendición de cuentas que privan en Estados Unidos.
El sector energético
Hace apenas 15 años, Brasil no formaba parte del mapa petrolero del mundo. Su empresa nacional, Petróleo Brasileiro (Petrobras), no mereció una sola mención en ninguna de las 884 páginas de The Prize, el detallado libro de Daniel Yergin publicado en 1991 sobre la historia de la industria petrolera. A mediados de los noventa, Petrobras era una industria con una producción de apenas 2 mil 700 barriles de petróleo diarios, lo único que podía extraerse de los escasos yacimientos accesibles del país.
En 2007, Brasil tenía unas reservas de 12 mil millones de barriles -el 1 por ciento del total del mundo. Ahora, es difícil saber cuál es su potencial real, porque al descubrimiento en noviembre del 2007 de un yacimiento en aguas profundas llamado Tupi, que producirá entre 5 y 8 mil millones de barriles, habría que sumar el anuncio -el 14 de abril- del hallazgo de otro campo petrolero, bautizado como Carioca es un megayacimiento que podría contener 33 mil millones de barriles de crudo y convertir a Brasil en la Arabia Saudita de Sudamérica. Una riqueza petrolera de esa magnitud traería beneficios incalculables para Brasil. Consolidaría el desarrollo del país, que ha crecido en los últimos cuatro años a una tasa promedio de 4.5 por ciento.
Crecimiento que ha sido resultado, entre otros factores, de políticas económicas inteligentes, de los ingresos que ha traído a Brasil el aumento de los precios de las materias primas que exporta, de la actividad de un sector empresarial pujante y visionario y de dos gobernantes populares y audaces: Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva. el país podría trastornar la geopolítica mundial. Estados Unidos podría saciar su inacabable sed de hidrocarburos en América Latina, lo que relegaría al Medio Oriente a proveer de hidrocarburos a los países asiáticos y acabaría con la intervención directa y constante de Washington en la zona, con profundas consecuencias positivas y negativas para el resto del mundo.
A diferencia de PEMEX o PDVSA, Petrobras se benefició de sus orígenes humildes. La modestia de sus rendimientos nunca fomentó la dependencia gubernamental de los ingresos petroleros característica de México y Venezuela. Desde el principio, Petrobras operó con una inmensa independencia y dedicó buena parte de sus recursos a la investigación tecnológica. Petrobras empezó a transformarse en la empresa exitosa de hoy a mediados de los años noventa cuando el presidente Cardoso aplicó una serie de reformas audaces a la industria petrolera del país. Para empezar, eliminó el monopolio energético de la empresa y la expuso a la competencia internacional.
Petrobras empezó a transformarse en la empresa exitosa de hoy a mediados de los años noventa cuando el presidente Cardoso aplicó una serie de reformas audaces a la industria petrolera del país. Para empezar, eliminó el monopolio energético de la empresa y la expuso a la competencia internacional. Petrobras se vio obligada a desarrollar estrategias eficaces para vencer a la competencia y se centró en el desarrollo de la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas. El presidente Cardoso privatizó porciones de Petrobras, colocando acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York. La medida permitió a Brasil atraer capital para su industria energética -y exponer- y obligar a Petrobras a cumplir con los estrictos criterios de rendición de cuentas que privan en Estados Unidos.
Petrobras es una empresa estatal atípica en dos sentidos: por una parte, porque el Estado brasileño es dueño de sólo el 55.7 de Petrobras; el resto se divide entre firmas como la empresa británica BG y la española Repsol. Por otra, porque a diferencia de PEMEX y PDVSA, opera como una industria privada, con altos niveles de eficiencia y el manejo de la tecnología de punta necesaria para emprender la exploración en aguas profundas y enfrentar el reto de explotar los yacimientos que ha descubierto recientemente. Éstos serían un desafío para cualquier empresa: más de 4 mil 500 metros de agua, depósitos de sal y roca separan a Petrobras del petróleo de Tupi y Carioca.
Telecomunicaciones
Desde la década del setenta y hasta mediados de la del noventa estaba vigente en el país el Sistema TELEBRAS. El mismo estaba compuesto por:
Telecomunicaciones
Desde la década del setenta y hasta mediados de la del noventa estaba vigente en el país el Sistema TELEBRAS. El mismo estaba compuesto por:
Telebras 11 de julio de 1972. Esta empresa funcionaba como holding se le habían asignado funciones de planificación y coordinación bajo las directrices del Ministerio y de prestación de servicios a través de empresas subsidiarias.
EMBRATEL prestadora de los servicios de la larga distancia nacional e internacional, empresa constituida en el año 1965 fue transformada en una sociedad de economía mixta subsidiaria de Telebras.
Veintisiete empresas subsidiarias de Telebras (llamadas empresas polo), a cargo de los servicios de telecomunicaciones locales.
EMBRATEL prestadora de los servicios de la larga distancia nacional e internacional, empresa constituida en el año 1965 fue transformada en una sociedad de economía mixta subsidiaria de Telebras.
Veintisiete empresas subsidiarias de Telebras (llamadas empresas polo), a cargo de los servicios de telecomunicaciones locales.
El Sistema Telebrás unificó y desarrolló notablemente las telecomunicaciones en el país, problemas como los de financiación o desprofesionalización provocaron un paulatino deterioro de los servicios y un gran incremento de la demanda insatisfecha. Como consecuencia de estos inconvenientes el Gobierno brasilero decidió iniciar un proceso de privatización y liberalización de la explotación de los servicios de telecomunicaciones. En virtud de la necesidad de aliviar los problemas fiscales y reestructurar los servicios públicos para brindarlos de manera eficiente a la sociedad, el Gobierno brasilero creo en 1990 el PND (Programa Nacional de Desestatización).
El PND tenía como objetivo el reordenamiento de la participación estatal en la economía, así como la reducción de la deuda pública, y de los cuellos de botella que impedían el crecimiento del país y el incremento de la productividad y competitividad de las empresas nacionales. Para llevar a cabo esta tarea se elaboró el PASTE (Programa de Recuperación y Ampliación del Sistema de Telecomunicaciones y Sistema Postal), cuya última versión fue la del año 1997, donde se establecieron los objetivos a desarrollar por cada segmento del mercado y los proyectos propuestos de inversión a financiar por el sector privado. Este Programa se complementó con las “Directrices Generales para la Apertura del Mercado de la Telecomunicaciones” en las que se fijaron los lineamientos para la reforma.
El resultado de la subdivisión fue el siguiente:
Los operadores estatales se convirtieron en dos, uno para la telefonía fija y otro para la celular.
Las empresas resultantes se agruparon en otras de mayor tamaño, con lo que se redujo su número. Así se constituyeron cuatro holdings para la telefonía básica, tres de ellos encargados de suministrar los servicios de telefonía fija local e Intra-regional, y un cuarto que se haría cargo de suministrar la telefonía de larga distancia nacional e internacional.
Las empresas resultantes se agruparon en otras de mayor tamaño, con lo que se redujo su número. Así se constituyeron cuatro holdings para la telefonía básica, tres de ellos encargados de suministrar los servicios de telefonía fija local e Intra-regional, y un cuarto que se haría cargo de suministrar la telefonía de larga distancia nacional e internacional.
Se formaron ocho holdings, destinados a suministrar los servicios de telefonía celular en la banda B.
Brasil Telecom: Pertenece al consorcio Solopart Participaciones, integrado por STET International Netherlands N.V. (Telecom Italia), con el 37,8% del total, Techold Participaciones S.A. (Banco Opportunity) y diversos fondos de inversión y de pensión) que ostentan un 45,3% del paquete y Timepart Participaciones Ltda. Con el 16,9%.
Brasil Telecom: Pertenece al consorcio Solopart Participaciones, integrado por STET International Netherlands N.V. (Telecom Italia), con el 37,8% del total, Techold Participaciones S.A. (Banco Opportunity) y diversos fondos de inversión y de pensión) que ostentan un 45,3% del paquete y Timepart Participaciones Ltda. Con el 16,9%.